Gobernador bolsonarista de Río actuó sin coordinarse con Lula en operativo que dejó 132 muertos: Buscaglia 
Edgardo Buscaglia, académico y analista político, aseguró en 'Aristegui en Vivo' que por primera vez en la historia de Brasil, un gobernador -en referencia a Claudio Castro, de Río de Janeiro- no le solicitó ayuda al gobierno federal para un operativo de esa magnitud, que culminó con 132 muertes en las favelas de la ciudad.
- Redacción AN / MDS

El académico y analista político Edgardo Buscaglia abordó la reciente operación policial en las favelas de Río de Janeiro, liderada por el gobernador Claudio Castro, miembro del Partido Liberal, del expresidente Jair Bolsonaro, quien cumple condena por el intento de golpe de Estado en enero de 2023.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, explicó que Castro actuó sin coordinación con el gobierno federal presidido por Luiz Inácio Lula da Silva. “Por primera vez un gobernador no solicitó ayuda al gobierno federal para un operativo de esta magnitud, y lo hizo un hombre fanático de Bolsonaro, buscando capital político y posiblemente avanzar hacia la presidencia de Brasil”, aseguró.
El especialista explicó que la operación, denominada “Operativo Contención”, se desarrolló sobre dos complejos de favelas, el área Penha y el área Alemão, “intentando capturar a los gerentes operativos y a un líder de una célula del Comando Vermelho”, posiblemente Edgar Alves de Andrade.
Durante la operación, el grupo criminal respondió atacando con drones que lanzaban granadas contra los vehículos blindados de la policía estatal de Río.
Señaló que la intervención, que involucró a 2,500 elementos entre militares, policías y fuerzas paramilitares conocidas como policías militares, tuvo consecuencias graves: “Se produjeron tiroteos descontrolados que resultaron en 132 muertes. Muchos cuerpos aparecieron mutilados, aunque no se sabe si fueron miembros de la organización criminal los responsables o si fueron agentes del Estado”.
“El presidente Lula está más que sorprendido, y la Fiscalía Federal del Gobierno de Brasil interrogó al gobernador Claudio Castro, un hombre que se adhiere a las técnicas de terrorismo de Estado al estilo de Trump”, señaló.
Agregó que la Fiscalía Federal de Brasil, “muy competente y sin corrupción comparable a la mexicana, investigará estos abusos”.
El analista explicó que el Comando Vermelho tiene raíces en los años 70, durante la dictadura militar: “Se mezclaban delincuentes comunes con prisioneros políticos de izquierda como mecanismo de autodefensa ante la extrema violencia militar. De ahí surgió la organización criminal que, tras la amnistía general en 1979, consolidó actividades criminales como tráfico de drogas y bancos, similar a lo que ocurrió con las FARC en Colombia”.
Sin embargo, advirtió que se trata de una organización paramilitar que “debe ser combatida mediante el debido proceso, inteligencia civil y militar, y desmantelamiento de sus activos, pero no constituye una amenaza a la defensa nacional, y no debe usarse como pretexto para justificar ejecuciones extrajudiciales”.
Subrayó la dimensión política del operativo y cuestionó la justificación del gobernador. “La intención de centrar y capturar a estas personas que representan una amenaza para la seguridad ciudadana es legítima, pero Castro pintó la situación como una invasión, usando la excusa de una crisis de defensa nacional, cuando la defensa nacional de Brasil no estaba siendo amenazada”, explicó.
“Esto evidencia la operación de grupos golpistas de Bolsonaro que buscan un regreso al poder, similar a la intentona de golpe de Trump en EE. UU., donde la justicia fue más efectiva en Brasil que en Estados Unidos”, dijo.
El académico señaló que las familias de las personas desaparecidas comenzaron a buscar cuerpos en los bosques aledaños, encontrando cuerpos mutilados que luego fueron llevados a las plazas principales de los complejos. “Se mandaron videos que muestran escenas terribles y macabras, que no recomiendo ver por su impacto emocional”, añadió.
Actualmente, el Gobierno federal investiga al gobernador por el uso de técnicas extrajudiciales, mientras que la Fiscalía de Río ya investigaba al Comando Vermelho revisando diálogos de sus miembros.
