Paula Caballero: claves para enfrentar la crisis climática

Por Samantta Hernández Escobar

Belém, Brasil.- En un momento en que la ventana de oportunidad para enfrentar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad se estrecha dramáticamente, América Latina emerge como una región clave para definir el rumbo del planeta. Con ecosistemas que sostienen al mundo y comunidades que enfrentan impactos cada vez más severos, la necesidad de soluciones integrales nunca ha sido tan urgente. En este contexto, la experiencia científica y la colaboración entre sectores —público, privado, comunitario e indígena— se han convertido en piezas esenciales para cualquier intento serio de transformación.

The Nature Conservancy (TNC), una de las organizaciones ambientales con mayor trayectoria y capacidad de incidencia global, trabaja justamente desde ese cruce: ciencia de alto nivel, alianzas profundas en territorio y estrategias que buscan reconciliar productividad, conservación y bienestar comunitario. Desde proteger millones de hectáreas y apoyar proyectos indígenas en el Amazonas hasta impulsar cadenas de valor libres de deforestación, su enfoque apunta a demostrar que las soluciones climáticas más efectivas también pueden ser las más justas.

En este escenario, pocas voces tienen la autoridad moral y técnica de Paula Caballero, la diplomática colombiana reconocida mundialmente como la arquitecta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hoy, desde su rol como Directora Ejecutiva Regional para América Latina de TNC, Caballero impulsa una visión que entiende el clima, el desarrollo, la equidad y la biodiversidad como partes inseparables de un mismo desafío civilizatorio.

En el marco de la COP30, Naturaleza Aristegui platicó con Caballero para entender qué necesitan países como México para convertir compromisos climáticos en acciones concretas; cómo se construye confianza entre gobiernos, comunidades y empresas; y de qué manera TNC busca desbloquear financiamiento y acelerar soluciones que protejan simultáneamente al planeta y a quienes lo habitan.

A continuación, las claves de una conversación que invita a pensar la región con el tamaño de ambición que exige este momento histórico.

Naturaleza Aristegui: A partir de su visión, ¿qué es lo que necesitan hoy países como México para convertir estos compromisos climáticos en proyectos ejecutables y cómo es que The Nature Conservancy puede apoyar de la planificación a la acción.

Paula Caballero: En relación a los objetivos de desarrollo sostenible, si me permite, yo quiero hacer una parte para destacar el papel que México tuvo en esa negociación. Realmente en ese momento quien lideraba las negociaciones era el Dr. DÁMASO LUNA de México y él jugó un papel decisivo porque México no hace parte de los grandes grupos de negociación como, por ejemplo, el G77, lo cual le daba una enorme independencia y autonomía en las negociaciones y las posiciones más difíciles y a veces más controversiales, México las es dio un espaldarazo, las trajo a la mesa, abogó por ellas.

Entonces, el nivel de ambición que logramos en Río en el en el 2012 en buena medida fue fruto del excelente trabajo diplomático de la del valor del del que tuvo la la delegación de México en avanzar esta agenda. Así que quiero reconocer ese liderazgo mexicano.

En cuanto a la agenda climática, como lo dijimos desde ese momento, los ODS, los objetivos de desarrollo sostenible y la agenda climática son uno y el mismo. Ninguno de los objetivos se puede lograr ni se puede mantener si no atendemos la emergencia climática y viceversa. Y el gran llamado que está en el corazón de los ODS, es un llamado a la integración, para que entendamos que no no hay silos, que no hay sectores, que lo que ocurre en un sector, por ejemplo, el sector sector agropecuario, es algo que va a tener enormes implicaciones comerciales, sociales, de medios de vida, de resiliencia, de equidad.

No hay ningún tema que nosotros podamos ver que sea puramente ni económico, ni social ni ambiental y que realmente el eje y la fuerza de las acciones es justamente donde hay esa convergencia de estos diferentes espacios. Entonces, cuando hablamos de qué trae TNC a la mesa, TNC trae a la mesa varias cosas importantes. Uno es justamente esta visión integral.

Quienes no conocen a TNC pueden pensar que somos una una organización puramente ambiental que está simplemente enfocada en proteger y conservar. Y lo estamos, pero entendemos este mandato de una manera mucho más amplia. Entonces, trabajamos de la mano, somos los aliados los más confiados y más confiables, por ejemplo, los pueblos indígenas a lo largo del Amazonas, con quienes hemos trabajado hace décadas de la mano con ellos como socios.

Entonces, construyendo sobre esa confianza, hemos tenido gran impacto en ayudarles a crear fondos propios y a desarrollar esquemas de intervención sobre el terreno, esquemas de protección como los resguardos y las esquemas de protección fluvial que se han liderado y que hoy en día son en Ecuador, que han sido co-creado a petición de las comunidades indígenas y que hoy en día están protegiendo cientos de miles de hectáreas para que justamente las comunidades se puedan desarrollar en este espacio según su visión.

Pero TNC también trabaja con el sector productivo y acá en el corazón de la COP, en Belém, en Pará, es un estado donde TNC junto con otros actores ha tenido un accionar decisivo con el gobierno de Pará y con los con algunos de los grandes frigoríficos y otros actores del sector cárnico para lograr revertir las tendencias de deforestación que siempre han estado asociadas con el sector ganadero y se está logrando a través de esquemas de trazabilidad individual de los animales, se está pudiendo eliminar la deforestación de esa cadena de valor. Y este mismo eh incentivo, este mismo enfoque se está buscando en otros lugares, en otros eh países de la región.

Naturaleza Aristegui: En América Latina existe una brecha entre gobiernos, comunidades, sector privado, ¿de qué forma TNC puede actuar como un puente para que mejore la gobernanza y la confianza entre todos los actores para desbloquear financiamientos climáticos eh que no fluya hacia los territorios?

Paula Caballero: Bueno, yo creo que no hay tanto esta brecha de confianza realmente cuando hay soluciones que son probadas y que son co-creadas y eso es lo que TNC ha demostrado. Yo creo que hoy en día, eh, sobre todo en la región, hay un enorme entendimiento de la vulnerabilidad y la exposición a los impactos climáticos, a la enorme vulnerabilidad que hay.

El tema es que muchas veces se prioriza los llamados temas urgentes, que son el tema, los temas, entre comillas, y digo muy entre comillas, sociales, porque vuelvo y digo, “Para mí no hay ningún tema que sea ni puramente social ni económico ni ambiental.” Entonces, se dice que se quiere priorizar únicamente o exclusivamente, por ejemplo los temas de salud. Pero esta emergencia climática es una emergencia de salud pública también.

Estamos viendo incrementos de los impactos de las olas de calor. Estamos viendo de manera creciente los impactos de las olas de calor.Estamos viendo los impactos de las sequías que tienen unas unos enormes impactos no solamente en el acceso a agua potable, sino también en seguridad alimentaria, tienen impactos, por lo tanto, en nutrición y en desnutrición de todos los eslabones de la cadena. Estamos viendo cambios en los vectores de las enfermedades transmisibles y contagiosas, como puede ser la malaria o el dengue o el Zika.

Entonces, el tema climático es un tema social y es un tema ambiental. Y en la medida que se vaya entendiendo esto más, esa supuesta brecha deja de existir porque se entiende que se necesitan justamente esas soluciones, esas respuestas muy integrales para poder resolver y atender estas estas eh desafíos de una manera integral.

Creo que de manera creciente también se entiende que hay que trabajar en llave, en asocio. Que ningún sector, por poderoso que sea, tiene la capacidad realmente de enfrentar esta esta coyuntura planetaria en la cual estamos que exige soluciones integradas o lo que en TNC ya en realmente buscamos que son soluciones a nivel de los sistemas.

Por ejemplo, hace 20 o 30 años hablábamos de acabar con el hambre, se llamaban los objetivos de desarrollo del milenio que buscaban acabar con el hambre. Cuando Colombia con México y otros propone los ODS, hicimos un llamado a que estábamos no simplemente buscando acabar el hambre, sino que queríamos transformar los sistemas alimentarios desde su base, completamente transformar esos sistemas para que no estuviéramos simplemente buscando, entre comillas, acabar el hambre, sino estuviéramos garantizando un acceso permanente a alimentación nutritiva, alimentación adecuada.

Que estuviéramos en ese proceso también fortaleciendo la capacidad productiva de los productores, desde los más pequeños hasta la agroindustria y que esto se pueda hacer de una manera que sea alineada con objetivos ambientales; reducir la deforestación y reducir los eh, por ejemplo, la contaminación de las fuentes de agua y que esto se vuelve un gana gana.

Más que hablar de brechas, creo que lo que tenemos que hablar es cuáles son los espacios que aún necesitamos catalizar de integración, de asociación, de sí, de de partenariados.

Naturaleza Aristegui: México y otros países en desarrollo suelen carecer de portafolios sólidos para que los proyectos estén listos para ser financiados. ¿Cómo se puede conseguir ayuda para acelerar la preparación de estos portafolios?

Paula Caballero: Yo creo que estamos mucho más allá del momento en el cual debemos pensar en simplemente un proyecto como algo que comienza, se ejecuta durante 1, 2, 5 años, se termina y concluye. Tenemos que tratar de entender realmente cuáles son los sistemas que tenemos que cambiar: sistema de salud, la interacción entre ese sistema de salud y los temas ambientales, sector agropecuario y la resiliencia.

Cuando ya vemos eso, entendemos que los proyectos se vuelven parte de algo mucho mayor, se integran dentro de esa visión del sistema. Entonces, por ejemplo, cuando estamos hablando de el sistema agropecuario o del sistema de producción de alimentos, podemos tener diferentes esquemas y diferentes proyectos, pero son proyectos, bien sea de agroforestería, silvicultura, ganadería más sostenible, hortalizas, pero eso se enmarca dentro de una visión muchísimo más articulada de lo que se está buscando cambiar.

La importancia de eso es que entonces además de estos proyectos estamos mirando cuáles son los marcos regulatorios que se necesitan para poder incentivar, para poder apoyar diferentes tipos de producción. ¿Cuáles son los incentivos que se necesitan para que el sector financiero esté generando los tipos de de financiamiento, de capital de trabajo, tal vez más paciente, con una visión de largo plazo que se necesita para apoyar la transición productiva de todos esos productores.

Cuando uno ya empieza a tener esa visión del sistema, es mucho más fácil identificar cuáles son los proyectos que se necesitan, porque uno lo que está viendo es cuáles son los ejes dentro de ese sistema productivo que se necesita fortalecer. Se necesita apoyar temas de mayor gobernanza, por ejemplo, de cooperativas para que tengan esa paz y facilidad de gestionar esto.

Ahí, por ejemplo, ya empezamos a ver unos núcleos que van mucho más allá del proyecto. Entonces, esto hace que sea mucho más evidente, más fácil, entre comillas, desarrollar un portafolio, porque no estamos teniendo una visión lineal de un proyecto, otro proyecto o un proyecto con una finca demostrativa para llegarle a 100 productores. Y lo vamos a replicar y le vamos a llegar a 200 productores. Qué gran visión antigua, una cosa muy lineal, proyecto tras proyecto, tras proyecto con la esperanza de que alguna manera iban a replicarse, se iban a multiplicar y bueno, eso nunca ha ocurrido.

Es la diferencia de pensar no cómo vamos a escalar, sino desde un comienzo pensar en escala. ¿Cuáles son esos ejes de mercados, de políticas, de incentivos, de tipo de pensamiento y de comportamiento, de asistencia técnica que se necesitan para que todos hagan como un engranaje y todo ese sistema cambie de verdad a una mayor resiliencia, a una mayor productividad, a una mayor competitividad, a una mayor sostenibilidad y de manera importante a una mayor equidad.

Naturaleza Aristegui: Tomando en cuenta su experiencia regional ¿Dónde ve las mayores oportunidades para que México aproveche mecanismos innovadores como financiamiento basado en resultados, bonos verdes o canjes de deuda por naturaleza con apoyo técnico de organizaciones como TNC?

Paula Caballero: Yo creo que México es un país de tal diversidad, de tal eh potencial en en todos los temas de de soluciones basadas a la naturaleza que en México realmente todos estos instrumentos son igualmente importantes. En TNC estamos apoyando una mecanismo de red jurisdiccional en Quintana Roo, por ejemplo, que es importante junto con otros socios están buscando impulsar lo que se llaman proyectos de permanencia eh de financiación permanente y hay muchos otros actores que están impulsando eh bonos verdes y diferentes tipos de mecanismos.

Yo creo que México es un país muy importante en la región que puede real que realmente ha demostrado ha sido pionero en el desarrollo de muchos mecanismos financieros que son de gran relevancia para la región. Como le digo desde el comienzo, el liderazgo de México en todos estos espacios es algo que reconozco y es algo que celebro.

Naturaleza Aristegui: Paula, y para terminar, si tuviera que darle un mensaje a los países latinoamericanos en esta COP30, ¿cuál sería la clave para que la región no solo acceda a financiamiento climático, sino que lo convierta en desarrollo real?

Paula Caballero: Esa es una pregunta fácil, las soluciones basadas en la naturaleza. Las soluciones en la pasada en la naturaleza va desde todo proyectos de ganadería sostenible, agroforestería, todo lo que es transformar los sectores productivos para que sean sectores más resilientes de menores emisiones de gases efecto invernadero que generen mayor oportunidad para las comunidades.

Todo este es el gana – gana de las soluciones basadas en la naturaleza y no hay ninguna región del mundo por mucho que tenga el potencial que tiene América Latina.