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Los anteojos de Hugo Hiriart: Diario apócrifo y otros ensayos Naturaleza Aristegui

El escritor mexicano tiene el don de asomarse donde otros no han mirado.

  • Redacción AN / HG
26 Oct, 2025 05:03
Los anteojos de Hugo Hiriart: Diario apócrifo y otros ensayos

Por Marco A. Cervantes

En tono autobiográfico, Hugo Hiriart ha confesado: “me gustan los anteojos que ven a través de las paredes” y “la palabra ‘pingüino’ tanto como el contoneante trozo de realidad que nombra”. En esas frases, el ensayista, novelista y dramaturgo mexicano revela su fascinación por los inventos que permiten mirar más allá de los muros y por las palabras que, al pronunciarse, se vuelven pequeñas fiestas de la existencia.

La escritura de Hiriart (México, 1942) se asoma donde otros no han mirado. Atraviesa paredes para descubrir nuevas formas de ver. En sus textos se lanza a formular preguntas tan provocadoras como: ¿por qué es más famoso Borges que Alfonso Reyes?, ¿de qué trata el arte de conversar con una niña de cuatro años?, ¿por qué es imposible relatar un sueño?, ¿por qué un chiste no se hace pensando?

Acertijo del soplo útil: el arte de poner apodos

Leer a Hiriart es entrar en un universo propio, como demuestra Diario apócrifo y otros ensayos, editado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (2025). El ensayo, como género, suele centrarse en argumentar una idea y cuidar la forma —el cómo se dice algo—. Sin embargo, Hiriart trata de romper ese molde: sus piezas no son solo reflexiones, sino conversaciones, diálogos de un profesor que pregunta, ejemplifica y, con frecuencia, teatraliza.

Esa libertad se confirma en “Acertijo del soplo útil”, el texto que abre la compilación. Fiel a su estilo, Hiriart interpela al lector: ¿qué significa la inspiración en el arte?, ¿cuál es la diferencia entre imaginar y pensar? Con humor y agudeza compara la inspiración con el arte de poner apodos: “Como en todo arte, hay un arte de los apodos; el mérito puede ser mayor o menor. Mientras más inesperado, será mejor: no es lo mismo decirle a un gordo ‘El Gordo’ que decirle ‘El Popochón’”.

El volumen reúne cuarenta y dos ensayos —publicados originalmente en periódicos y revistas— y una sección titulada “Diario apócrifo”, donde el autor, sin renunciar a su estilo, escribe desde la primera persona sobre temas tan diversos como Nietzsche, la relación entre los perros y la gastronomía, el papel fundamental del cátcher en el beisbol o las erratas en los libros.

El pasado domingo 28 de septiembre de 2025, la Universidad Nacional organizó un homenaje al ensayista. Cinco escritores y dramaturgos se reunieron para celebrar la originalidad de su obra. Al final del encuentro, en un accidente, el moderador se sentó sobre los lentes de uno de los ponentes. “¡Me destrozaste mis anteojos!”, exclamó, con visible molestia, el afectado. Al parecer, en la literatura mexicana, uno de los pocos lentes que permanecen intactos —capaces de mirar a través de los muros— siguen siendo los de Hugo Hiriart.

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