América Latina alza la voz: el gas fósil no es energía de transición 
Advierten que el gas fósil no es energía de transición y exigen a los gobiernos de América Latina acelerar la adopción de energías renovables.
- Redacción AN / SH

Organizaciones ambientales y expertos en energía de toda América Latina advirtieron que el gas fósil, promovido como “energía de transición”, está agravando la crisis climática y profundizando las desigualdades sociales. En vísperas de la COP30, que se celebrará en Brasil el próximo mes de noviembre, los activistas llamaron a los gobiernos de la región a frenar las inversiones en gas y acelerar la adopción de energías limpias.
El llamado, impulsado por The Climate Reality Project América Latina en el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático este 24 de octubre, denuncia que la expansión del gas fósil está devastando ecosistemas, contaminando comunidades y generando dependencia de infraestructuras que pronto serán obsoletas.
Cada nuevo proyecto de gas no solo retrasa la acción climática, sino que genera deuda ecológica para las generaciones futuras.
El documento subraya que, a pesar de su nombre, el gas “natural” es un combustible fósil altamente contaminante. Su producción y transporte liberan dióxido de carbono (CO₂) y metano, un gas con un poder de calentamiento 80 veces superior al del CO₂. En la región, sus efectos son palpables: la fractura hidráulica en Vaca Muerta (Argentina) contamina el aire y los acuíferos; en Sonora (México), el gasoducto Saguaro amenaza ecosistemas marinos; y en la Amazonía ecuatoriana, la quema de gas ha afectado gravemente la salud de comunidades indígenas.
De cara a la COP30, las organizaciones exigen que el gas fósil sea eliminado del concepto de “energía de transición” dentro de los acuerdos internacionales. Señalan que el párrafo 29 del Balance Global (Global Stocktake), que sugiere que ciertos combustibles fósiles podrían apoyar la transición energética, contradice la evidencia científica y los compromisos climáticos asumidos por los países.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) sostiene que los combustibles fósiles deben reducirse al 5% del suministro energético global para 2050. Por su parte, la relatora especial de la ONU sobre cambio climático y derechos humanos, Elisa Morguera, ha reiterado que “la mayoría de las reservas probadas de petróleo y gas deben permanecer sin explotar”.
Los especialistas insisten en que la transición energética no solo implica dejar atrás los combustibles fósiles, sino garantizar justicia social y bienestar para las comunidades. América Latina, destacan, cuenta con abundantes recursos renovables —sol, viento y biomasa— que podrían asegurar seguridad energética sin comprometer el clima. Ejemplo de ello es Uruguay, donde el 98% de la electricidad proviene de fuentes renovables.
La campaña #ElGasFósilNoEsTransiciónEsRetraso busca visibilizar los impactos del gas fósil y movilizar a la ciudadanía a exigir políticas coherentes con la ciencia.
“El futuro debe ser renovable, justo y libre de combustibles fósiles”, concluye el pronunciamiento.

