Ryan Wedding: el atleta olímpico que se convirtió en el 'Chapo Guzmán' canadiense 
Estados Unidos ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. Se cree que vive en México con la protección del Cártel de Sinaloa.
- Redacción AN / LP

Ryan Wedding estaba destinado a ser un esquiador de élite, un campeón olímpico en la especialidad de ‘snowboard‘. Pero este canadiense ha terminado siendo un peligroso narcotraficante incluido en la lista de los 10 más buscados por el FBI y comparado con Pablo Escobar y ‘El Chapo’ Guzmán.
El pasado miércoles, los máximos responsables de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y Canadá anunciaron en Washington el arresto de destacados miembros de una peligrosa organización dedicada al narcotráfico en Norteamérica y dirigida por Ryan Wedding, de 44 años, apodado como “El jefe“, “El toro” o “Public Enemy”.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, le apuntó directamente: “Wedding es un exolímpico canadiense que ahora es el líder de una organización criminal transnacional“.
Por si quedaba alguna duda sobre la importancia de Wedding en el mundo del narcotráfico, el director del FBI, Kash Patel, añadió: “Que nadie se equivoque, Ryan Wedding es la versión moderna de Pablo Escobar. Es la versión moderna de El Chapo Guzmán“.
Material de película
Cómo Wedding, un gigante de 1.93 metros de altura, criado en una familia de esquiadores de Canadá y que estaba destinado a ser una estrella del ‘snowboarding’ en su juventud, se ha convertido en el Escobar o Chapo Guzmán del siglo XXI, es material para una película de Hollywood.
Wedding nació en 1981 en Thunder Bay, una tranquila pero dura ciudad en la zona septentrional de la provincia de Ontario. Sus abuelos operaban un modesto centro de esquí y su padre era un ingeniero que había sido esquiador universitario.
Su atletismo era natural y Canadá lo incluyó en su equipo de ‘snowboarders’ para los Juegos Olímpicos de Salt Lake City (EE.UU.) en 2002. Pero un pequeño error en su primer día de competición le apartó de la gloria olímpica. Wedding nunca se recuperó de ese fracaso.
Sin la adrenalina de la alta competición, Wedding volvió a Vancouver, ingresó en una universidad y se consagró al gimnasio mientras trabajaba como portero en clubes de la ciudad frecuentados por miembros de organizaciones delictivas.
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Pronto montó su propia lucrativa empresa: el cultivo a gran escala de cannabis. Y empezó a distribuir su producto en EE.UU. utilizando a grupos como Los Ángeles del Infierno.
En 2008 quiso dar un salto cualitativo con el transporte a Canadá de 24 kilos de cocaína desde San Diego (EE.UU.). La operación se frustró porque el supuesto proveedor era un agente del FBI.
Wedding fue arrestado y sentenciado en 2010 a 48 meses de prisión en una cárcel en Texas. Antes del juicio, el exatleta convertido en aspirante a capo había pasado 17 meses en un centro de detención de San Diego.
Escuela delictiva
El paso por esas cárceles fue lo que realmente le transformó en el Escobar del siglo XXI. Según declaró un agente del FBI a la revista Toronto Life, Wedding aprovechó la prisión para establecer todas las conexiones que necesitaba.
“Sabíamos que estábamos dando a Wedding todos los contactos que necesitaba para volver a una vida criminal. Pero no había nada que pudiésemos hacer”, explicó Brett Kalina, uno de los agentes del FBI que lo arrestó.
Tras cumplir su condena, Wedding fue extraditado en 2011 a Canadá. Y volvió con un objetivo en mente: controlar el tráfico de cocaína y otras drogas hacia ese país con la ayuda del Cártel de Sinaloa.
Para ello organizó el transporte de toneladas de cocaína de la organización de El Chapo Guzmán a través de la costa este de Canadá. Pero antes de que pudiese llegar el primer cargamento, la Policía Montada intervino.
Wedding huyó a México, desde donde, supuestamente, ordenó en 2018 el asesinato en Montreal de uno de sus colaboradores al temer que se había convertido en un informante policial.
Desde México, Wedding amplió su imperio, que ahora distribuye al año, según las autoridades, 60 toneladas de cocaína a EE.UU. y Canadá.
Para mover la droga, su organización contrató a camioneros canadienses que llegaban a transportar 350 kilos por viaje. El responsable de la operación era Jonathan Acebedo García, un colombiano canadiense que había conocido en la prisión en Texas.
Pero cuando el FBI desmanteló sus operaciones en Los Ángeles en el verano de 2024, Acebedo se convirtió en informante y se ofreció a testificar contra sus jefes. Hasta que el 31 de enero de 2025, poco antes del inicio del juicio contra la organización de Wedding, fue asesinado a tiros en Medellín, por órdenes de “El jefe”.
Sin el testimonio de Acebedo, el juicio se ha aplazado hasta febrero de 2026. Mientras, las autoridades de EE.UU. y Canadá siguen buscando al exolímpico canadiense, que se cree está escondido en México, y cada vez bajo más presión, con la protección del Cártel de Sinaloa.
EFE

