Naturaleza AristeguiNaturaleza Aristegui

"La imagen de Huitzilopochtli perdura en la bandera de México": María Castañeda de la Paz Naturaleza Aristegui

La historiadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM participó en el cierre del ciclo Tenochtitlan, origen y destino, coordinado por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, en El Colegio Nacional.

  • Redacción AN / HG
22 Oct, 2025 13:43
"La imagen de Huitzilopochtli perdura en la bandera de México": María Castañeda de la Paz
La imagen de Huitzilopochtli, representada por el águila sobre un nopal en la bandera de México, acabó prevaleciendo frente a las imágenes sacras que intentaron imponer los evangelizadores franciscanos, de acuerdo con una teoría de María Castañeda de la Paz, historiadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
Al dictar la conferencia “Entre mantas y memoria. El bulto sagrado de Huitzilopochtli en el periodo virreinal”, que se realizó en el Aula Mayor de El Colegio Nacional, la especialista conjeturó que las primeras representaciones que los tlacuilos indígenas realizaron de San Juan Evangelista remitían, en realidad, al culto aún persistente a Huitzilopochtli.

“En mi opinión, el hecho de que los pintores indígenas insistieron en seguir representando al Evangelista indica que se negaban a desterrarlo, y el motivo no era otro que uno de sus atributos: el águila, que obviamente nos va a recordar a Huitzilopochtli. Esa es mi interpretación”, afirmó al dictar la conferencia de clausura del ciclo Tenochtitlan, origen y destino, que coordinó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

La teoría de Castañeda de la Paz sigue un extenso periodo de acontecimientos que van de la salida del pueblo nahua desde Aztlan para fundar Tenochtitlan y el “bulto sagrado” que llevaban, hasta la época de contacto y las primeras generaciones de nobles indígenas relacionados con los españoles.
El dios colibrí Huitzilopochtli, dijo, es “el dios patrón que saca a su pueblo de Aztlán” y muchas veces es representado dentro de una manta, o envoltorio, del que solo asoma la cabeza que emite volutas. “En este caso, es para indicarnos que se está comunicando o habla con el sacerdote o teomama, el que lleva el dios a cuesta. Esos sacerdotes tenían la capacidad de interpretar el canto del ave, que canta, pía, y, luego, transmitir su mensaje a sus pueblos”.
El “envoltorio sagrado” era conocido en náhuatl con el nombre de tlaquimilolli, que, de acuerdo con el diccionario de Molina, significa cosa liada. Así, “en la manta no vamos a encontrar una figurita de Huitzilopochtli. Lo que hay en el interior de las mantas son reliquias asociadas a la deidad, objetos que contenían la fuerza divina del Dios”.
El sacerdote que cuidaba el envoltorio era el único que tenía la facultad de abrirlo, mientras que el resto de los mortales sentía incluso temor por el: “Fray Diego Durán nos dice que al envoltorio de Huitzilopochtli le tenían tanto temor, motivo por el cual nadie quería acercarse ni tocarlo, ni sabía de qué forma era o qué es lo que había en su interior”. No obstante, la investigadora refirió cuatro fuentes que habla de lo que contenía el bulto.

Fray Juan de Torquemada habla de los palos para hacer el fuego nuevo, “muchos de estos pueblos migrantes, cuando se establecen y fundan su señorío, una de las ceremonias obligadas que tienen que hacer es un fuego nuevo”. Cristóbal del Castillo “nos habla de una deidad inmaterial que transmite su energía a un gran guerrero, y esa energía pues la pasa a los huesos y al cráneo de este guerrero. Y esos huesos y esos cráneos son los que se van a meter en el envoltorio”.

En tanto, la Historia de los mexicanos por sus pinturas habla del maxtle del dios Huitzilopochtli, “es decir, ese paño con el que se cubren las partes íntimas”. Finalmente, existe la versión de Juan Bautista Pomar “sobre dos púas de maguey atadas. Esto me llama bastante la atención, Pomar parece estar delante de este envoltorio”. El cronista se pregunta qué significan y responde: “No dan ni se halla razón alguna por qué estas púas fuesen tenidas por cosa sagrada, ni que en su virtud se hubiesen hecho algunos engaños o cosas milagrosas”.

El investigador Eduard Seler, sin embargo, “fue la persona que asoció el pico del colibrí con las espinas para el autosacrificio. Asunto que Manuel Hermann ha estado explorando para concluir un cercano nexo entre espinas, autosacrificio, sangre y el pico del colibrí. Aunque el autor reconoce que en el Templo Mayor no se han encontrado punzones de pico de colibrí”, señaló la ponente.

Huitzilopochtli se convierte en águila

El mismo Seler, precisó María Castañeda de la Paz, le dio una “interpretación astral” al origen de Huitzilopochtli. “El nacimiento de Huitzilopochtli va a representar el combate diario del Sol, Huitzilopochtli, contra la Luna y las estrellas, las fuerzas nocturnas. Esto ha dado pie a que veamos este evento como un nuevo tiempo, una nueva era, el Quinto Sol, la llegada de un nuevo tiempo que se materializa con la llegada de un nuevo pueblo, con un nuevo culto y una nueva deidad a la cuenca de México”.
Los colegiales indígenas de Tlatelolco describieron la deidad a Sahagún de la siguiente forma: “El sol, ese valiente guerrero, el águila en vuelo. El sol, guerrero valiente que muere en la batalla, águila que se eleva. Ya ha salido el sol que se llama rayo del sol, niño precioso, águila que se eleva. Esa águila que se eleva es el sol, que se dirige precisamente a su casa, a la casa del sol”.
De acuerdo con Castañeda, “eso explicaría por qué, en todas las escenas de la fundación de Tenochtitlan, está el águila sobre el nopal que crece de una piedra, Huitzilopochtli, pero convertido en águila”.

Además de elegir el lugar donde los tenochcas deben fundar su ciudad, Huitzilopochtli ordenó dividir el sitio en cuatro parcialidades: Cuepopan, Atzacoalco, Moyotlan y Teopan, en cuyo centro estable que se levante el Templo Mayor. Pero aún cuando Atzacoalco era la parcialidad más desfavorecida, de ahí provenían tlatoanis como Azayácatl, Moctezuma Xocoyotzin, “ahí vivían todos los miembros de la nobleza indígena, como don Pedro Moctezuma, durante todo el siglo XVI”.

Tras la conquista, Hernán Cortés decidió que Tenochtitlan conservara sus parcialidades, y sólo añadió un santo patrón a cada una: “a Cuepopan, Santa María; San Sebastián para Atzacoalco; San Pablo para Teopan y San Juan para Moyotlán”. Una vez que el conquistador decidió que establecería el gobierno en el centro, las élites políticas y sacerdotales se trasladaron a San Pablo Teopan. Una gran parte de la población se va a San Juan Moyotlán y, atrás de ellos, marchan los franciscanos para cumplir la evangelización.
Con la llegada del virrey Antonio de Mendoza, en 1535, se establece la restauración de “los linajes legítimos en el poder”. Para Tenochtitlan, el elegido es Diego de Alvarado Panitzin, sobrino de Moctezuma Xocoyotzin. “Panitzin era una persona entre dos mundos. Estaba muy cerca de la autoridad española, no cabe duda, pero él no se había despojado todavía, no se había desvinculado de las prácticas prehispánicas o las prácticas del pasado”.
“Sabemos que siendo gobernador de los tenochcas, en 1538, iba con un séquito de señores principales que llevaba consigo el envoltorio del dios Huitzilopochtli”, dijo la investigadora. Las prácticas indígenas siguen tan extendidas que Fray Juan de Zumárraga inicia una investigación entre 1538 y 1539. “Él quiere saber dónde están los envoltorios de Huitzilopochtli y quién sigue practicando la antigua religión”.

El gobierno indígena establece su tecpan, o casa de gobierno, junto al templo de San Francisco, donde se retoman dos símbolos: uno es una pancarta con una penca de nopal donde se verá a los miembros de la casa real de Tenochtitlan; el otro es una imagen de San Juan Bautista, quien se convierte en patrón de la parcialidad y del gobierno tenochca.

Sin embargo, la plaza toma el nombre de San Juan de la Penitencia y ahí, la investigadora intuye una teoría. “Los documentos pictográficos siempre que van a hablar de San Juan Moyotlán, nunca pintan a San Juan Bautista, sino el atributo de San Juan Evangelista, una copa de la que siempre asoma un águila, una serpiente o un dragón, para indicar que la copa está envenenada”.

Para sumar más elementos, Castañeda refirió un texto “bastante oscuro” de Betancourt: “Él dice que en Tenochtitlan existía la cofradía del Santo Desprendimiento, a la que pertenecía la hermandad de los 90 hermanos de San Juan Evangelista, que se mortificaban en procesión con la santa espina. Otra vez la espina sale a relucir”.

Castañeda cuestionó porque deja de aparecer San Juan Bautista y sólo aparece San Juan Evangelista, “sí, eran dos santos de la misión franciscana, pero ¿por qué no está el Bautista? Moreno de los Arcos y el padre Morales señalaron simplemente que el Evangelista se convirtió en el Bautista. Y sí, estoy de acuerdo, eso es lo que parece que sucedió, pero me pregunto: ‘¿por qué?’. Porque eso implica no solamente un cambio de atributos, sino también el día de la fiesta. Y para un católico no es lo mismo un santo que otro, ni un atributo que el otro, ni el día de la festividad”.

“En mi opinión, el hecho de que los pintores indígenas insistieran en seguir representando al Evangelista indica que se negaban a desterrarlo. Y el motivo no era otro que otro de sus atributos. Bueno, esa es mi interpretación, el águila, que obviamente nos va a recordar nuevamente a Huitzilopochtli”.

“Aquí estaba la razón de la resistencia de la población indígena a abandonar al Evangelista y el empeño de los franciscanos de promover al Bautista. Por un lado, la espina que seguía recordando los rituales de autopunzamiento del pasado, si es que no nos recuerdan a lo que había en el envoltorio de Huitzilopochtli, según Pomar; el águila sobre el nopal a Huitzilopochtli cuando se le apareció a su pueblo para señalar dónde asentarse. Muy a pesar del esfuerzo de los franciscanos, todos sabemos que Huitzilopochtli triunfó, porque todavía ondea en la bandera mexicana hasta el presente”, concluyó.

La conferencia “Entre mantas y memoria. El bulto sagrado de Huitzilopochtli en el periodo virreinal”, se encuentra disponible en el Canal de Youtube de la institución: elcolegionacionalmx.
Temas Relacionados