Ocesa 'prioriza el lucro sobre la seguridad': denuncian a promotora por lesiones graves y negligencias en concierto de Quevedo 
En respuesta a Aristegui Noticias, OCESA afirmó que no solo se atendió de inmediato a las víctimas del colapso en el concierto de Quevedo, sino que también se ha mantenido un acompañamiento constante con ellas y sus familias desde la noche del accidente.
- Redacción AN / JSC

Por: Julieta Sales Cruz
Este lunes, se presentó una denuncia contra Operadora de Centros de Espectáculos, S.A. de C.V., cuyo nombre comercial es Ocesa, por lesiones físicas derivadas del colapso de una grada provisional durante el concierto de Quevedo en el Palacio de los Deportes, realizado el 23 de abril de este año, en el que resultaron heridos tres jóvenes, uno de ellos menor de edad.
En entrevista para Aristegui Noticias, los abogados Jaime Cherem y Alonso Bringas explicaron que con la denuncia representan a un menor de 15 años y a Samantha Moreno, de 24 años, cuyas vidas fueron alteradas dramáticamente tras el siniestro. El adolescente solicitó el anonimato por respeto a su privacidad.
Samantha Moreno, afirman los abogados, debió someterse a dos cirugías de columna derivadas de la caída por el desplome, lo que no solo ha repercutido en su salud, sino también en su estabilidad financiera pues es el principal sostén económico de su familia: su madre y padre están incapacitados para laborar y su hermana menor se dedica a completar estudios universitarios.
Contexto: En ciertas secciones del palacio (B y C) para ampliar el aforo hay gradas metálicas, en la recta final del concierto de Quevedo todos empezaron a saltar y colapso una parte, solo hubo heridos pero las malas prácticas ahí siguen…
Video vía @Alan161206 pic.twitter.com/Bc9fLJxBTS
— ¶ (@uhhmichavo) April 24, 2025
Por su parte, el adolescente, señalan los denunciantes, aspiraba a jugar futbol de manera profesional. Su carrera estaba perfilada para irse a España a continuar con su formación, pero con el desplome de las gradas también se derrumbó este sueño, según explicaron los abogados que lo representan en la denuncia.
El accidente lo obligó a usar un corsé ortopédico, además de que le dejó secuelas a nivel emocional y psicológico, potencialmente síntomas de estrés postraumático, pues ahora vive, en palabras de sus representantes legales, “con miedo de lesionarse”.
“La motivación de este caso es lograr una reparación integral del daño hacia las víctimas”, explicaron los abogados, quienes subrayaron que la compensación debe cubrir tanto las afectaciones emocionales como las económicas derivadas del colapso.
Cuando sucedió el accidente, Ocesa difundió un comunicado en el cual afirmó que el personal médico y de seguridad del recinto atendió a las personas inmediatamente y tras ser trasladadas a un hospital “fueron dadas de alta durante la madrugada, acompañadas por sus familiares”.
“El personal médico y de seguridad del recinto atendió a las personas afectadas de forma inmediata. Fueron trasladadas a un hospital, donde recibieron atención y fueron dadas de alta durante la madrugada, acompañadas por sus familiares”, dice el comunicado de Ocesa difundido en diversos medios de comunicación.
A su vez, el cantante Quevedo publicó en redes sociales que los afectados fueron “dados de alta sin lesiones graves”.
Ahora, la denuncia que representa a dos de los tres jóvenes heridos desmiente los dichos de la empresa y el artista, acusando que las secuelas del accidente son graves y visibles hasta el día de hoy, además de que el personal no actuó de manera inmediata.
De acuerdo con los litigantes, los paramédicos del lugar evitaron trasladar a los heridos a la enfermería de inmediato y demoraron la atención con el objetivo de minimizar los hechos y priorizar la continuidad del espectáculo por encima de la seguridad de los asistentes.
Te puede interesar > Ocesa y Ticketmaster: la sombra del monopolio sobre los espectáculos
Asimismo, los abogados acusaron a los organizadores del concierto de intentar restar gravedad al accidente, asegurando que las víctimas “estaban bien, que había sido solo el golpe” y que fueron dados de alta de manera inmediata.
Aristegui Noticias consultó a Ocesa para conocer su postura y la promotora sostiene que las personas afectadas recibieron atención en el lugar y posteriormente fueron trasladadas a un hospital, donde fueron atendidas y dadas de alta esa misma madrugada. “Jamás hemos buscado minimizar lo sucedido. Lo asumimos con toda seriedad y reafirmamos que la seguridad de asistentes, colaboradores y artistas es y seguirá siendo nuestra prioridad más alta”, indicó la promotora.
Añadieron que sus protocolos cumplen estándares internacionales, con personal certificado por la Cruz Roja Mexicana y The Square Metre Group y que ha mantenido un “acompañamiento constante y puntual” con las víctimas y sus familias desde el incidente.
Boletos gratuitos, único apoyo para afectados
Sin embargo, los abogados de las víctimas aseguran que la respuesta de Ocesa ante los daños ocasionados por la caída de las gradas, colocadas para aumentar el aforo del Palacio de los Deportes, se ha limitado a ofrecer boletos gratuitos.
“Es indignante”, señalan a este medio. “Como si eso pudiera resarcir el daño físico, emocional y económico, así como todo el proceso de dolor que han atravesado estas familias”.
Este no es un caso aislado. Los abogados recordaron incidentes previos, como una estampida en el Flow Fest 2022 y la muerte de dos fotoperiodistas en el Festival Axe Ceremonia 2025, apenas 18 días antes del accidente en Quevedo. También señalaron irregularidades en el Tecate Pa’l Norte por posible sobrecupo y falta de seguridad.
Si bien los abogados hicieron referencia a la tragedia ocurrida en el Axe Ceremonia, Ocesa ha negado tener responsabilidad en su organización, al señalar que su papel se limitó únicamente a la provisión de servicios de publicidad. Sin embargo, la promotora presume como propios los ingresos generados por la venta de boletos del evento, que ascendieron a 3 millones 945 mil 543.25 dólares, según cifras reportadas por la misma empresa en Pollstar.
La promotora reitera en que no intervino en la instalación ni operación de los equipos que provocaron el accidente, ni en la organización directa del evento, y sostiene que esta postura ha sido respaldada por la investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
“En Ocesa actuamos siempre con apego a la legalidad y la normatividad vigente. Reiteramos nuestro compromiso con la transparencia, la seguridad y el bienestar de todas las personas que forman parte del ecosistema del entretenimiento en vivo”, apunta la promotora.
Sin embargo, documentos exhibidos por la familia de Berenice Giles muestran que Ocesa sí tuvo participación directa en la organización del festival y que la empresa encargada de la seguridad del evento fue Servicios de Protección Privada Lobo, misma que pertenece a Ocesa y a CIE.
Ocesa organiza eventos para millones de personas, pero prioriza el lucro sobre la seguridad y no enfrenta consecuencias reales, acusan los abogados del caso Quevedo.
“Al final del día es dinero por encima de la salud y la integridad física de los asistentes. Intentan minimizarlo, esconderlo y seguir operando bajo la ilegalidad”, concluyeron.
A pesar de las promesas de las autoridades locales de investigar el caso del colapso, las familias de las víctimas no han recibido apoyo oficial.
La denuncia busca evidenciar cómo las secuelas físicas y emocionales de las víctimas se han prolongado en el tiempo, así como exigir un resarcimiento económico suficiente para cubrir los tratamientos, la rehabilitación y la compensación por el impacto en la vida personal y laboral de los afectados.
Más allá del caso particular, los abogados subrayan que este proceso debe sentar un precedente: que la sociedad sepa que la falta de cumplimiento en los protocolos de seguridad pone en riesgo la integridad de millones de asistentes y que las empresas organizadoras deben asumir las consecuencias de su negligencia.

Foto: Cortesía