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“Me interesan las películas que conectan y emocionan al espectador”: Jorge Ramírez-Suárez Naturaleza Aristegui

El director mexicano habla de su nueva película ‘Las mutaciones’, protagonizada por Tony Dalton y Mónica del Carmen, y que recién llega a las salas.

  • Redacción AN / HG
21 Nov, 2025 09:45
“Me interesan las películas que conectan y emocionan al espectador”: Jorge Ramírez-Suárez

Por Héctor González

Raúl (Tony Dalton), es un abogado exitoso que un mal día es diagnosticado de cáncer en la lengua. Consecuencia de su enfermedad pierde el habla y su vida cambia. En medio de una nueva dinámica familiar Elodia (Mónica del Carmen), le regala una guacamaya parlanchina que se convierte en interlocutor del protagonista.

Inspirado por la lectura de la novela Las mutaciones de Jorge Comensal y de un episodio personal, Jorge Ramírez-Suárez filmó una película homónima que habla de la enfermedad y de lo que ocurre cuando por cuestiones de salud tenemos que replantearnos la vida.

Envuelta en una dosis de un humor fino y constante, el también director de Gunten Tag Ramón, reconoce que esta como sus otras producciones buscan conectar con el espectador a través de las emociones, “creo que son esas las que al final dejan algo en el espectador”, señala.

 ¿Cómo llegas a la novela de Jorge Comensal?

 Durante el Festival de Cine de Berlín tuve un accidente muy grave que me mantuvo mucho tiempo hospitalizado, en silla de ruedas y prácticamente paralizado. Una vez que me recuperé leí la novela y me di cuenta de que los pensamientos del personaje principal eran muy similares a los que yo tenía cuando estaba mal de salud. Mi conexión con el libro me motivó a adaptarla para cine. Contacté a Jorge Comensal, quien me dijo: si alguien puede hacer esta película eres tú. Una vez que tuve el guion se lo di a leer y le gustó, ambos éramos conscientes de que la película es otra cosa.

¿Qué punto concretamente te interesaba resaltar de la novela en tú película?

Para mí lo más importante es esta persona que de repente tiene un problema de salud grave que lo lleva a quedarse sin voz. Creo que tanto la novela como la película recogen su reflexión y cuentan la historia de alguien que está perdiendo su salud, pero al mismo tiempo hablan del amor y la solidaridad. Me interesaba mucho también, que el protagonista no se la pasara triste o deprimido, por eso el sentido del humor es muy importante. Creo que la película a pesar de que habla de la enfermedad deja un buen sabor de boca.

 Es que el humor aligera una situación que de por sí es dramática.

En todas mis películas, ya fuese Conejo en la Luna o Guten Tag Ramón, y ahora he intentado hacer lo mismo. No me interesan los dramas donde todo es muy serio, ni las comedias donde todo se exagera. Prefiero un cine más realista y sin miedo a las situaciones simpáticas. De hecho, la novela de Jorge Comensal me recordó a Jorge Ibargüengoitia, ambos son de un estilo muy profundo y dramático, pero al mismo tiempo manejan un sentido del humor fino.

¿En que momento la película se convierte en una obra de Jorge Ramírez-Suárez y deja de plasmar la visión de Jorge Comensal?

Creo que eso sucede desde el momento en que empiezas a adaptarla. Durante el proceso dejas muchas cosas fuera. En la novela las explicaciones son más largas y tiene otro par de personas más desarrollados. En una película no tienes tiempo para tanto. Me centré en la historia principal y en conservar su espíritu, mensaje, profundidad y sentido del humor. Al final creo que es una historia universal por eso la novela ha sido traducida a más de doce idiomas y por eso la película ha sido bien recibida en festivales de España, Estados Unidos y en Morelia. Por supuesto el trabajo de Tony Dalton, Mónica del Carmen, Verónica Langer, de Vicky Araico es maravilloso.

La actuación de Tony Dalton es muy física y poco verbal. ¿Cómo fue el trabajo con él?

Respeto muchísimo a Tony. Cuando hablamos de que tenía que perder el pelo, le ofrecí hacerlo con efectos de maquillaje, pero no quiso. Me dijo “dale, dale”. Estuvo muy comprometido con la película. Fue el mismo caso con Mónica y el resto de los actores. La película fue filmada en Guadalajara, no me gusta trabajar solo en la Ciudad de México porque creo que si te llevas a los actores a otro sitio están más concentrados y puedes trabajar mejor que si estás donde viven.

La película plantea varios temas, sin embargo, uno de las que más me llama la atención tiene que ver con la muerte digna.

Así es, este en concreto es un tema universal. ¿Por qué no optar por otra cosa cuando ya estás muy mal de salud? No obstante, la película no es sobre eso, aunque sí lo aborda. Lo más importante en todo caso son las preguntas que vienen en automático cuando un ser humano pierde algo, en el caso del protagonista es la lengua y a partir de ello se cuestiona para qué vivir. ¿Qué voy a hacer de mí? ¿Qué sigue? ¿Qué quiero hacer? ¿Qué puedo hacer? Cuando estuve seis meses hospitalizado me hice preguntas similares.

Algo interesante es el tono introspectivo del protagonista.

Ese era uno de los retos que enfrenté. En la novela, el protagonista se está pensando todo el tiempo y trasladar eso al cine es complicado porque no es fácil describir pensamientos o cosas abstractas. Cuidamos mucho que los pensamientos de Tony fueran un contrapunto por eso grabamos su voz recién terminamos de filmar la escena. Era muy importante que estuviera en el tono de la actuación y en sincronía con su personaje.

Suma esto el hecho de que tiene poca música incidental.

Es verdad, Guten Tag Ramón tiene mucha más música. Ahora quise mantener la mínima porque el protagonista está en silencio, solo me ocupé de que ese silencio no se tradujera en aburrimiento. Al final creo que salió bien porque la película no tiene nada de aburrida y cuenta con la música exacta. Solo hay una canción y es la de Mateo Cuarón, el hijo de Carlos Cuarón.

En general tus películas son muy emocionales. ¿Qué has aprendido sobre el manejo de las emociones humanas a través del cine?

El cine es un gran vehículo para demostrar y generar emociones. En mi opinión cuando se vuelve puro espectáculo de acción, se pierde esa emocionalidad. Sucede lo mismo cuando solo te dedicas a mostrar imágenes muy interesantes y padres, en lugar de conectar con los personajes. A mí me interesan las películas que conectan, te emocionan y te dejan algo, creo que son esas las que al final dejan algo en el espectador.

 

 

 

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