Pérdida de biodiversidad, crisis climática y contaminación, muy interrelacionados entre sí 
El Informe Planeta Vivo de la ong WWF recoge que "cada hora desaparecen tres especies y en solo cuatro décadas la Tierra ha perdido más de la mitad de su riqueza natural por acciones humanas".
- Redacción AN / GER

El planeta afronta actualmente tres grandes crisis ambientales: la climática, de contaminación y de pérdida de biodiversidad, tres desequilibrios interrelacionados que podrían desembocar en la pérdida de millones de especies -algunas ya se encuentran en peligro de extinción-, y suponer el declive de ecosistemas vitales para los seres vivos que habitan el planeta.
Según la ciencia, la biodiversidad es un amplio abanico de formas de vida que se han desarrollado en todos los ecosistemas acuáticos y terrestres, que cambian o se modifican con el tiempo, suponen una diversidad genética de y entre especies y de ecosistemas y provienen de antepasados comunes. Lo que implica miles de millones de microorganismos y seres vivos, es decir animales y plantas, muchos aún desconocidos por la ciencia.
El Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), que depende del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), trabaja para vigilar la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus recursos y la participación justa y equitativa de los beneficios de los recursos genéticos.
El Informe Planeta Vivo de la organización WWF recoge que “cada hora desaparecen tres especies y en solo cuatro décadas la Tierra ha perdido más de la mitad de su riqueza natural por acciones humanas”.
Actualmente, el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) recoge 172,600 especies, con más de 48,600 especies amenazadas de extinción, incluyendo el 44 % de corales de arrecifes, 41 % de anfibios, 38 % de árboles, 38 % de tiburones y rayas, 34 % de coníferas, 26 % de mamíferos, 26 % de peces de agua dulce y 11.5 % de aves.
A pesar de estos datos que deberían llevar a la reflexión a la humanidad y a los tomadores de decisiones, algunos países y empresas pretenden iniciar exploraciones en el océano para la extracción de nódulos de manganeso, ricos en cobalto, cobre y níquel, minerales muy demandados actualmente por la industria tecnológica.
En las últimas reuniones de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos (AIFM o ISA, por siglas en inglés), numerosos países e islas estado se han manifestado en contra de la minería en el fondo del océano, más concretamente del inicio de las exploraciones en Clarion-Clipperton, una zona rica en minerales ubicada en el océano Pacífico, entre México y Hawái.
Según los científicos, la minería en los fondos marinos causaría daños irreparables a la biodiversidad, así como contaminación imparable. Sin embargo, en la reunión de julio de 2025, en Kingston (Jamaica), la ISA continuó con el debate de la creación de una regulación de la minería en los fondos marinos.
Por otra parte, el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN concluyó el pasado 15 de octubre en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) con la aprobación de la ‘Visión Estratégica a 20 años y un nuevo programa para el próximo cuatrienio‘.
La presidenta de la UICN, Razan Khalifa Al Mubarak, aseguró que “la nuestra no es una tarea fácil, pero es esencial: cerrar las brechas entre la ciencia y las políticas, entre el clima y la biodiversidad, entre las personas y el planeta mismo”. Y recordó al mundo que “la naturaleza no sólo es víctima de nuestros excesos, sino una poderosa aliada en nuestra supervivencia”.
También en octubre, Panamá fue sede de varios eventos y reuniones del Convenio de Diversidad Biológica, la 27 reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA-27), la sesión del Órgano Subsidiario sobre el Artículo 8(j) y la preparatoria para la COP17 de biodiversidad que está previsto se realice en Armenia en 2026.
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La secretaria ejecutiva del CBD, Astrid Schomaker, aseguró en la capital panameña que “hay que concienciar de que la crisis de biodiversidad y la climática están interrelacionadas, son dos caras de la misma moneda”.
En ese contexto, se espera que la trigésima Conferencia de las Partes de Naciones de la Convención Marco sobre Cambio Climático (COP30), que se realiza del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil), adopte decisiones clave para la crisis climática, como el fin de los combustibles fósiles, acciones para frenar la pérdida de biodiversidad, sobre todo en los bosques tropicales como la Amazonía, el mayor bioma del planeta, que en 2024 sufrió una sequía muy grave y persistente.
EFE









