La mente, crisis y carisma detrás de la película ‘Las Locuras’ | Entrevista a Rodrigo García y Cassandra Ciangherotti 
“Las Locuras” llega a la pantalla como una propuesta dispuesta a incomodar, conmover y cuestionar en el espejo de sus protagonistas, pedazos de nosotros mismos y de una humanidad que se muestra sin filtros.
- Redacción AN / JSC

Por: Julieta S.C.
Hay películas que se conforman con contar una historia y otras que buscan adentrarse en la mente de sus personajes. ‘Las Locuras’, la nueva producción del cineasta colombiano Rodrigo García Barcha, que llega a Netflix este 20 de noviembre, es un viaje por la vida interior de seis mujeres en la Ciudad de México. Sus encierros, silencios, fugas y todo lo que se rompe o sostiene bajo las presiones familiares, sociales y emocionales.
Aristegui Noticias conversó con dos figuras clave para desarmar ese enredo emocional. Cassandra Ciangherotti, protagonista y una de las fuerzas narrativas de la película, y Rodrigo García, el director que coloca en la pantalla este mapa de crisis, humor y humanidad.

Cortesía Netflix
Una ‘manía’ que también es carisma
“Las Locuras” entrelaza las vidas de seis mujeres que atraviesan procesos distintos, pero que comparten una misma ciudad caótica, el pulso común de vivir bajo miradas externas que aprietan y emociones intensas que las llevan al límite .
Rodrigo García habla del origen de la historia desde un lugar cercano, pues en Renata, el personaje al que da vida Cassandra, reconoce experiencias de amigos que han atravesado una crisis de manía bipolar.
Siempre me me interesó mucho la velocidad, la inteligencia, el humor, lo carismático que puede ser una persona que está teniendo esa crisis
Su curiosidad crece al observar a personas exitosas, profesionales, seguras, que de pronto pierden el sentido y puede llegar a “descarrilarse por una presión romántica o familiar”. Ahí coloca la película su fuerza narrativa, no en un cliché de la “locura”, sino en la idea más simple y más honesta de que la humanidad tiende a volverse compleja.
Te puede interesar > Wicked For Good: La conclusión definitiva a una historia mal contada | Reseña

Cassandra Ciangherotti y el placer de ser Renata
Cassandra interpreta a Renata, una mujer cuyo derrumbe emocional cuestiona si la vida ordenada es realmente la más sensata. Su historia atraviesa clases sociales, profesiones y personalidades distintas, convirtiéndose en un retrato vivo de que la sociedad exige demasiado de todas las mujeres sin importar de dónde vienen.
“Disfruté muchísimo hacer este personaje”, dice Cassandra en entrevista con una sonrisa. Recuerda con especial cariño una pelea “sabrosa” con Natalia Solián, con quien comparte pantalla.
Sacamos todo nuestro coraje (en esa escena) y cuando está escrito que tú vas a ganar esa batalla, ya tienes algo ganado, cuenta.

¿Por qué mujeres?
No sorprende que Rodrigo García vuelva a contar una historia desde las mentes femeninas. Esta decisión no nace de un discurso programático, si no que podría decirse que es casi instintiva. Rodrigo cuenta que desde su primera película escribió un guion con el propósito de que sus personajes fueran hombres y mujeres, pero en el camino descubrió que los personajes femeninos le ofrecían más contraste y más vida. Los hombres, dice, se parecían demasiado entre sí.
Me incliné y seguí inclinándome por escribir personajes femeninos porque me gusta trabajar en esa área exótica, no soy mujer ni sé lo que es ser mujer, entonces me gusta mucho imaginármelo y y mezclar cosas que he visto, con cosas que pienso, que intuyo y que invento.
No pretende definir lo que es ser mujer, solo sabe que estos personajes le permiten contar mejor lo que quiere contar y que son representaciones de instrumentos narrativos más impredecibles.
Si los actores son instrumentos, un violín, un oboe, un chelo, pues los personajes, los instrumentos femeninos me sirven mucho más para contar lo que quiero contar.

La complicidad en el set
Cassandra recuerda una frase que describe su trabajo con Rodrigo. Cuando se hace una película, el actor es el ser amado y el director es el amante. Cuando se presenta, el actor es el amante y el público es el ser amado.
“Rodrigo es un director muy amante de sus actores”, afirma. Observa, acompaña, hace reír y construye un “terreno fértil” donde el actor puede arriesgarse sin miedo.
Nunca hay miedo de preguntarle algo o de proponer algo, no te sientes como inútil o en discusión.
La actriz considera que eso es lo que hace que sus personajes siempre “tengan algo muy especial” y destaca que la forma de Rodrigo para crear “unos hilos que se entreguen de una manera muy especial” es de repente muy difícil de encontrar en algunos directores.

Salud mental sin caricaturas
Representar una crisis sin caer en la “burla” fue un reto mayor, ya que para el director Renata debía ser “peligrosa, encantadora, chistosa, absurda, acelerada y coherente”. Para entender los matices que existen dentro de la salud mental, el equipo relata que consultó a psiquiatras y el resultado es un personaje que no se burla de la enfermedad ni la dramatiza para el espectáculo, sino una mujer que es real porque está construida con contradicciones.
Rodrigo tiene una expectativa clara y es que la película entretenga, se goce y sufra, pero también que conecte.
Que sientan que se parece a la vida real, que hay algo ahí con lo que puede conectar la gente, aunque sus circunstancias sean diferentes… que se sienta que es una película humana.

“Las Locuras” llega a la pantalla como una propuesta dispuesta a incomodar, conmover y cuestionar en el espejo de sus protagonistas pedazos de nosotros mismos y de una humanidad que se muestra sin filtros.
Sinopsis: “Las locuras, bajo la dirección de Rodrigo García, abraza la intensidad y la autenticidad de las emociones humanas cuando son llevadas al límite. Seis mujeres, en procesos de autodescubrimiento marcados por el encierro, la autocensura y la presión social y familiar, se cruzan inesperadamente durante un día lluvioso en la Ciudad de México”.
Trailer:





