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La sociedad civil impulsa el Mecanismo de Acción de Belém (BAM) en la recta decisiva de la COP30 Naturaleza Aristegui

Javier Dávalos, líder de Política Climática en The Climate Reality Project América Latina y miembro de Climate Action Network, aseguró en 'Aristegui en Vivo' que la sociedad civil impulsa el BAM para colocar la justicia en el centro de la implementación climática y fortalecer el multilateralismo en la COP30.

  • Redacción AN / MDS
18 Nov, 2025 02:27
La sociedad civil impulsa el Mecanismo de Acción de Belém (BAM) en la recta decisiva de la COP30
Foto: Samantta Hernández Escobar

En el arranque de la segunda semana de la COP30, el liderazgo de Brasil y el rol de la sociedad civil marcan el pulso de unas negociaciones climáticas atravesadas por las tensiones geopolíticas y por la urgencia científica.

A estos temas se refirió Javier Dávalos, líder de Política Climática en The Climate Reality Project América Latina y miembro de Climate Action Network Latin America (CANLA) y de Climate Action Network International (CAN), durante una entrevista con Aristegui en Vivo.

Dávalos describió el contexto global en el que se está desarrollando la cumbre como una “grave crisis” del multilateralismo. Recordó que la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París con la actual administración ha tensado el panorama, aunque destacó que Brasil actúa como un contrapeso, ya que “ha mostrado mucha ambición” y su presidencia de la COP “ha permitido que las discusiones avancen”.

Aseguró que esta primera semana ha sido particularmente dinámica. Entre los temas más relevantes mencionó el programa de trabajo de transición justa, adaptación y financiamiento, además del debate sobre la implementación de políticas para no rebasar el límite de 1.5 °C establecido por el Acuerdo de París.

El BAM: una demanda estructural de la sociedad civil

Uno de los ejes que la sociedad civil busca posicionar en esta COP es el Belém Action Mechanism (BAM), iniciativa que pretende crear un nuevo arreglo institucional centrado en la justicia durante la ejecución de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC).

Dávalos explicó que “la sociedad civil viene trabajando desde hace mucho tiempo para mantener siempre los temas de justicia dentro de las negociaciones climáticas” y que el BAM es una propuesta impulsada por movimientos sociales, pueblos indígenas, organizaciones de mujeres, academia y colectivos climáticos, entre ellos The Climate Reality Project.

Expuso que el mecanismo descansa en tres funciones centrales. La primera es la coordinación, indispensable para una transición justa que diferencie las realidades del norte y el sur global. En sus palabras, “la transición justa, para que realmente funcione, tiene que tomar en cuenta las diferencias que tenemos entre el norte global y el sur global”.

Mencionó además que la explotación de minerales críticos, como cobre, cobalto u oro, y la salida de los combustibles fósiles ya están generando impactos en América Latina. Consideró que “la transición es urgente y se tiene que dar”, pero se requiere de un mecanismo coordinador.

Las otras dos funciones del BAM serían el financiamiento y el intercambio de experiencias, herramientas que considera esenciales para avanzar en un proceso global coherente. Subrayó que “un espacio multilateral como este, es el que es útil y el preciso para resolver un tema que es global” y reiteró que la crisis climática requiere de la ambición conjunta de países desarrollados y en desarrollo.

La ausencia de Estados Unidos y el papel de otros actores

Consultado sobre las implicaciones de que Estados Unidos -a nivel federal- no participe en esta COP, Dávalos afirmó que “el impacto es mayor”, pues se trata de uno de los principales emisores del mundo. Sin embargo, matizó el efecto recordando que la presencia estadounidense no desaparece del todo. Señaló que el gobernador de California, Gavin Newsom, “tuvo una presencia muy importante” la semana pasada y que organizaciones de la sociedad civil del mismo país también se encuentran activas en Belém.

Enfatizó que el proceso climático no depende exclusivamente de los gobiernos nacionales: “Este espacio no es solamente para actores estatales, sino también para gobiernos subnacionales, organizaciones de la sociedad civil”. A ello sumó la influencia de otros países, como China, de la que dijo que está jugando un rol relevante para rescatar el multilateralismo.

Con la entrada de los ministros, las negociaciones entran en una fase eminentemente política. Dávalos recordó un mensaje permanente de The Climate Reality Project y de su fundador, Al Gore: “La voluntad política, afortunadamente, es un recurso renovable”. Confió en que en los próximos días aumente la ambición de los gobiernos y que pueda concretarse una hoja de ruta clara para la salida de los combustibles fósiles, una de las prioridades que Brasil impulsa desde la presidencia de la COP.

La agenda de trabajo de Climate Reality y CANLA

Respecto a la presencia de su organización en la COP30, Dávalos detalló que trabajan dentro de la estructura de Climate Action Network. “Estamos presentes en los salones de negociación y escribimos nuestras posiciones al respecto” dijo, además que han sostenido reuniones bilaterales con delegaciones de distintos países, entre ellas Japón y próximamente con México.

Recordó que The Climate Reality Project ha formado a más de 6,000 líderes climáticos en América Latina, lo que ha permitido fortalecer una comunidad regional involucrada en los debates climáticos internacionales. En Belém, explicó, se han tomado momentos de pausa en su labor de seguimiento para transmitir al público latinoamericano lo que ocurre dentro de la COP: “Estamos muy agradecidos de poder llevar este mensaje a México y, por supuesto, a toda América Latina”.

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