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‘Nómadas de la 57’, una película que nos sumerge en el mundo de los camioneros Naturaleza Aristegui

El codirector José María Castro Ibarra sostiene en entrevista, que un camionero en México puede conducir hasta catorce horas seguidas.

  • Redacción AN / HG
18 Oct, 2025 13:36
‘Nómadas de la 57’, una película que nos sumerge en el mundo de los camioneros

Por Héctor González

La vida en las carreteras no es fácil y menos para los camioneros. Pueden pasar al frente de un tráiler hasta catorce horas, entre las cuales no hay descanso y apenas se puede comer. Luz de Luna es una mujer que tomo el volante mientras huía de una pareja que la violentaba, en la ruta encontró colegas y compañeros con los que se entiende. Comparten oficio, problemas, pero también un orgullo por su trabajo. Luz de Luna, es además madre y protagonista de la película Nómadas de la 57, que recién llega a las salas.

El documental es dirigido por José María Castro Ibarra y Alberto Arnaut, el primero es un antropólogo que desde hace más de veinte años se ha dedicado a estudiar la vida y las condiciones laborales de los camioneros, como explica en la siguiente entrevista.

¿Cómo empezaste a trabajar el tema de los traileros?

Me acerqué al tema desde la antropología. Hice una etnografía y un trabajo de acompañamiento con entrevistas que derivó en un libro titulado Los hijos del camino, enfocado en su mundo laboral y su vida cotidiana. Después hice un estudio a profundidad de las cachimbas, que son estos restaurantes informales que en primera instancia venden comida, pero que también son lugares de descanso y con un impacto social importante. A partir de esto, me interesó llevar mi investigación a una película y le propuse a Alberto Arnaut trabajar juntos para que la gente conozca la vida de la gente que lleva los productos que consumen.

¿A los personajes del documental los conociste durante tus trabajos previos?, ¿cómo llegaste a Luz de Luna?

No, solo recuperé la mirada y las temáticas. En un inició intenté contactar con algunos de los que aparecen en el libro, pero por cuestiones de calendario no pudimos coincidir. A Luz de Luna la conocí presentando la publicación en un programa de radio llamado Sobre ruedas, se transmitía durante las madrugadas. Nos invitaron a los dos y ahí coincidimos. Cuando empezamos a pensar en la película la idea era tener cuatro personajes y nos parecía interesante integrarla porque es una mujer en un medio muy masculinizado. Ella accedió sumarse y al tener una historia de vida tan interesante de manera natural se convirtió en la protagonista.

La película toca varios temas, uno de ellos la seguridad. Luz de Luna habla de un accidente, tienes testimonios de asaltos.

Desde hace mucho tiempo México es un país muy peligroso para los camioneros. Hay tramos de carretera complicados como el de Cumbres de Maltrata donde la policía los tenía que esperar para acompañarlos en convoyes. Otra fuente de peligro es violencia, se calcula que se roban veinte camiones al día en el país. A esto hay que sumar explotación laboral cuya consecuencia son la mayoría de los accidentes, además de fatiga y cansancio. Las empresas ponen a los conductores itinerarios irreales para cumplir, lo que ocasiona que se infrinjan los límites de velocidad y por lo mismo mayor riesgo. Este tipo de problemas se mantienen.

Esto se liga al tema del consumo de sustancias, que apenas tocas en la película.

En la película se menciona como una situación más. No quisimos centrarnos en el consumo de sustancias, preferimos profundizar en las razones que los llevan a consumirlas antes que juzgarlos.

Uno de los objetivos de la película es incidir en la política pública para mejorar sus condiciones. ¿Cómo se puede mejorar su situación?

En 2018 se creó una ley que regula las horas de manejo, el problema es que no se aplica entre otras cosas porque puede ser contraproducente. La mayoría de los camioneros cobran por viaje, por eso ellos mismos se auto explotan y prefieren que no haya una tarifa regulada. Creo que lo primero debería ser revisar las condiciones del mercado laboral y de pago, y después aplicar la norma. En México la ley permite que un camionero maneje catorce horas al día, pero al no aplicarse la norma es probable que haya quien conduzca más tiempo. Sin embargo, México firmó un acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, que no cumple, donde se establece que el límite son once horas. Esa sería una de las cosas que se podrían verificar, también hacen falta más operativos de seguridad.

¿Los personajes de la película te hicieron alguna petición antes de dejarse filmar?

Los camioneros junto con los albañiles son los trabajadores con más riesgo de muerte. Son personas que se sienten muy abandonas, pasan muchas horas solos pese a que tienen sus redes. Pasan frustraciones, ansiedades y depresión, pero al mismo tiempo es gente muy orgullosa y consciente de la importancia de su trabajo para el país, todo pasa por un camión. Tienen muy identificados cuáles son sus problemas, buscan soluciones, pero tampoco saben con quien acudir. Su esperanza es que la película llegue a la gente que toma decisiones para que actúen en consecuencia.

Esto nos lleva a un tema importante como la salud mental.

Es verdad, están lejos de su familia, tienen problemas en casa y claramente piensan en eso mientras manejan. Además, hay problemas de salud física relacionados con diabetes, riñón, espalda, a pesar de que son nómadas pasan catorce horas sentados, las desveladas aumentan el azúcar y obviamente no tienen tiempo de atenderse.

Pese a todo, tu película muestra que tienen buen sentido del humor.

Eso siempre me ha llamado la atención, creo que tiene que ver con su pasión y orgullo por la vida de camionero. Muchas veces es algo que viene de familia, son segunda o tercera generación de camioneros. Por otro lado, es un trabajo muy duro que no cualquiera aguanta, tan es así que México tiene un déficit de más de cincuenta mil camioneros.

En el caso de las mujeres, son muy fuertes.

Sí, es un trabajo que históricamente ha sido realizado por hombres. Poco a poco las mujeres se han incorporado, hoy representan el dos o tres por cientos de la mano de obra. Por otro lado, las cachimbas son sitios también muy complejos y la mayoría son atendidos por madres solteras o campesinas. No en todas venden drogas, por el contrario, muchas cumplen una labor que no ha podido realizar el Estado como es aportar una infraestructura donde puedan dormir, comer y bañarse. Son fundamentales porque son solidarias, hablan con los camioneros, les dan consejo, les prestan dinero cuando los asaltan, representan el anverso del mundo de los conductores. Las mujeres que ahí trabajan también necesitan mejores condiciones por sus jornadas son muy largas.

 

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