'Los sistemas de alerta temprana en México no están funcionando': Dr. Rodolfo Lacy 
El doctor Rodolfo Lacy, investigador asociado de la Universidad de Arizona y asesor en sustentabilidad de la UNAM y el IPN, aseguró en 'Aristegui en Vivo' que México no ha hecho las inversiones necesarias para cumplir con su compromiso internacional de establecer un sistema de alerta temprana universal, personalizado y eficaz para prevenir desastres climáticos.
- Redacción AN / MDS

México no ha cumplido con su compromiso de implementar un sistema de alerta temprana universal para proteger a la población ante fenómenos climáticos extremos, aseguró Rodolfo Lacy, Doctor en Ciencias e Ingeniería Ambiental, Investigador Asociado de la Universidad de Arizona (Biosfera2) y asesor de la UNAM y el IPN en sus Coordinaciones de Sustentabilidad.
“El primer derecho climático que tenemos todos los que habitamos en este planeta es saber si nuestra vida está en riesgo en los próximos 15 minutos”, afirmó el especialista, al referirse a la falta de sistemas de comunicación eficaces que permitan prevenir tragedias.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, Lacy recordó distintos eventos recientes, como las inundaciones en Veracruz, Tabasco y Tula, los deslaves en Puebla y el paso del huracán Otis, como ejemplos de la insuficiencia en los sistemas de alerta.
Mencionó que “los sistemas de alerta temprana en México evidentemente no están funcionando” y subrayó que no basta con que existan avisos generales de lluvias: “México se comprometió a crear un sistema de alerta temprana universal de acceso individualizado al año 2020 en la Organización Meteorológica Mundial […] y no hemos hecho las inversiones necesarias para que esto ocurra”.
El investigador destacó que en muchos casos la información sí existe, pero no llega a tiempo a la población. “Teníamos los registros, pero no existen, por decirlo así, los canales de comunicación para que la gente tenga la información a tiempo y sepa qué hacer”.
Entre las fallas que identificó, criticó que aún se usen medios obsoletos como el fax para emitir alertas. También señaló la desaparición de instrumentos clave como el Fondo de Prevención de Desastres (FOPREDEN) y el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), lo que ha dejado en manos del gobierno federal la asignación discrecional de recursos, sin mecanismos automáticos para actuar con oportunidad.
Tecnología, inteligencia artificial y teléfonos celulares: la clave para salvar vidas
Rodolfo Lacy propuso como solución la articulación de un sistema basado en tecnologías digitales, inteligencia artificial y redes celulares. “Hay que liberar los sistemas de telecomunicaciones para que la población sea alertada a través de teléfonos celulares. Evidentemente también con megáfonos en las ciudades que tengan mayor vulnerabilidad”.
Según explicó, este tipo de sistemas ya se implementan en otras partes del mundo. “En Naciones Unidas, a través de la Organización Meteorológica Mundial, se ha establecido que los sistemas deben ser personalizados, deben de estar unificados y deben de ser de acceso universal”, afirmó.
Añadió que estos modelos permiten enviar mensajes directos a los celulares de los ciudadanos advirtiendo que están en zona de riesgo, indicando rutas de evacuación y albergues, y dando seguimiento en tiempo real.
Relató que este tipo de alerta personalizada le ha ocurrido personalmente en países como Estados Unidos y Francia, con mensajes en el que se advierte: “Usted puede morir, literalmente, dentro de 15 minutos”.
“Te están diciendo: tú tienes que salir de la zona y tienes que dirigirte a tal albergue. Y con los teléfonos celulares te siguen a ese albergue y te dicen: ‘Señor, ya pasaron 15 minutos y usted no ha llegado, se tiene que ir a otro albergue, el más cercano es tal lugar’”.
Además, resaltó que el sistema mexicano de protección civil cuenta con una estructura “muy innovadora” y que fue “único en el mundo” en su momento, pero que requiere modernización y coordinación efectiva con los sectores tecnológico y privado. “Falta sincronización, falta investigación, evidentemente, pero más que nada falta infraestructura”, dijo.
Sobre la fecha límite global establecida para implementar estos sistemas, advirtió que es en 2027 cuando deben estar operativos.
“Seguimos actuando cuando ya se ahogó el niño, y después del niño tratamos de tapar el pozo. Pero no lo estamos ni siquiera tapando”, mencionó.
Alertas tempranas: tecnología limitada por intereses comerciales
Explicó que los sistemas de alerta requieren de datos provenientes de satélites, estaciones terrestres y barcos, pero es el Servicio Meteorológico Nacional quien debe procesar y difundir esa información.
“¿Por qué no la difunde? Porque los sistemas de telefonía celular son un negocio. Entonces, cada alerta es tiempo, o recursos energéticos, recursos informáticos, que cuestan. Y se resisten estas empresas en México”, afirmó.
Aunque existen acuerdos en otros países que permiten a las compañías enviar alertas a los ciudadanos, en México estos convenios aún no se concretan. “Tengo entendido que hay un acuerdo que se ha estado negociando con la industria de telefonía entre el Gobierno y la industria. No se han puesto de acuerdo para lograr lo que ya escuchamos que ocurre en otros países”.
Además, subrayó la relevancia de individualizar las alertas para salvar vidas, incluso en casos de personas desaparecidas. “Los celulares mandan una señal, son como la caja negra de un avión. Si yo fuera un familiar de un estudiante desaparecido, yo diría: ‘¿Dónde está el celular? ¿Dónde está la señal del celular?’ Esa información debe estar disponible a las autoridades de inmediato”.
“Todo el presupuesto del Tren Maya no puede estar en el anexo climático”
Lacy señaló que el Presupuesto de Egresos de la Federación ha reducido el financiamiento destinado al anexo climático, y que, aunque se han incrementado las asignaciones a proyectos como el Tren Maya o Pemex, estos no deberían incluirse como parte del rubro climático. “Ha habido recortes importantes en el anexo climático. Hay más dinero destinado a las inversiones de la Defensa, en el Tren Maya, en Pemex, en otros rubros que tal vez pudieran ser importantes, pero que no deberían estar en el ámbito del desarrollo climático”, dijo.
“Los trenes, en cierta proporción, ayudan a que se movilice la gente no en auto privado, sino en un transporte colectivo, en este caso de baja intensidad energética y con menos emisiones. Entonces, ayuda un poco. Pero ayuda en un porcentaje. Igual sucede con carreteras o con líneas de autobuses, etcétera. Pero no pueden poner todo el presupuesto del Tren Maya en el anexo climático”, dijo.
El especialista recordó que él fue responsable de coordinar la elaboración del primer anexo climático del presupuesto durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y que dicho ejercicio priorizaba infraestructura de protección frente a fenómenos naturales. “Había muchos rubros de inversión, por ejemplo, para bordos de protección a las poblaciones que habían sufrido inundaciones. Esa se tiene que incrementar. Cada vez que una ciudad se inunda, como Poza Rica, Tapachula o Tula, se tienen que hacer las infraestructuras para que no vuelva a ocurrir lo mismo”.
Frente al creciente número de desastres naturales, insistió en la necesidad de aumentar la inversión en adaptación, más que en mitigación. “Somos una emisora importante, pero somos un país altamente vulnerable a los riesgos climáticos. Entonces, hay que invertir más en ese segundo. Aumentar el presupuesto, no disminuirlo, evidentemente”.
Migraciones climáticas, el otro gran riesgo
Lacy advirtió también sobre los efectos sociales de los desastres naturales, particularmente la migración forzada de comunidades afectadas, fenómeno que, dijo, no está reconocido formalmente por Naciones Unidas. “Cuando una persona está migrando por razones climáticas, por ejemplo, la población de Veracruz que está altamente afectada y empieza a migrar a otros lugares, es considerada migrante económico o refugiado político, pero no como migrante climático”.
Esta falta de reconocimiento, explicó, impide que se activen mecanismos de protección y financiamiento internacional. Además, subrayó que los contingentes humanos desplazados se enfrentan a múltiples vulnerabilidades, especialmente en contextos como el mexicano.
“Si están migrando sobre territorios controlados por el narco, pues peor aún. Y si además son mujeres, porque normalmente los hombres están trabajando en las ciudades o en Estados Unidos, entonces las mujeres abandonan la escuela, no pueden sostener a sus familias, son abusadas. Empieza un problema de trata de personas. El problema se magnifica”, aseguró.
Con base en un reporte reciente de la UNESCO, del cual fue coordinador, Lacy señaló que se prevé un aumento acelerado de migraciones climáticas hacia el año 2050. “Detectamos que va a haber 239 millones de personas que simplemente no la van a hacer, pues porque no tienen tecnología”.
El documento, titulado Who Bears the Costs? (¿Quién asume los costos?), analiza los impactos diferenciados del cambio climático y advierte que algunas políticas climáticas mal implementadas también pueden generar efectos negativos en la población, como la pérdida de empleos o la inseguridad estructural.
Finalmente, Lacy instó al Gobierno a reorientar el presupuesto climático hacia acciones de protección directa a la población y ecosistemas. “Lo más importante es que aumenten aquellos rubros que incrementan la capacidad de resiliencia y protección a las comunidades, los ecosistemas y la infraestructura estratégica más vulnerable a estos fenómenos hidrometeorológicos extremos que estamos viendo”.
Consulta el informe de la UNESCO completo:
UNESCO – Who Bears the Costs_ Adressing Inequalities From Climate Change and Climate Policies – 2025 by Aristegui Noticias
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