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Debemos hablar de Palestina | Artículo de David Ordaz y Rebeca Dosal Naturaleza Aristegui

La reconstrucción de la Franja de Gaza y parte de Cisjordania requerirá una inversión de 53,200 millones de dólares durante los próximos diez años, según la más reciente Evaluación de Daños y Necesidades de Naciones Unidas.

  • Redacción AN / GER
08 Oct, 2025 10:05
Debemos hablar de Palestina | Artículo de David Ordaz y Rebeca Dosal
Foto: Reuters

Por: David Ordaz y Rebeca Dosal

Ayer se cumplieron dos años del ataque terrorista de Hamas en un concierto en territorio israelí, un conflicto que rápidamente se convirtió en genocidio. Si retrocedemos a estudiar este enfrentamiento en profundidad, podemos remontarnos a los inicios del siglo pasado, cuando comenzó la disputa entre palestinos e israelíes, o al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los miembros de las Naciones Unidas hicieron una pésima distribución territorial de lo que previamente estaba bajo el mando británico. Sin embargo, las pérdidas humanas en esta “guerra” han sido mucho más devastadoras que las de los conflictos armados anteriores entre ambos pueblos.

El conflicto ya se encuentra en una crisis humanitaria: miles de niños y personas mueren de hambre a diario, y a pesar de que casi toda Palestina ha sido destruida, los bombardeos continúan.

Actualmente existe un líder israelí, Benjamin Netanyahu, con evidentes intenciones de acabar con el lado árabe ( y no solo con el grupo terrorista Hamas, como ha declarado), y un sistema internacional que no ha logrado detener este genocidio que, sin duda, marcará la historia.

En apoyo al pueblo palestino, se han registrado protestas en diferentes ciudades del mundo, incluida la Ciudad de México. En ese marco, varios líderes y actores internacionales, mediante discursos y declaraciones, han pedido buscar la paz entre ambos pueblos y a pesar del papel de otros países en el conflicto, como Líbano, Irán, Yemen y otros a lo largo de la historia, el conflicto continúa en su apogeo.

Israel, considerado el aliado fuerte de Estados Unidos en Medio Oriente, y que se creía principalmente controlado por este país, ha puesto en duda el poder regional de Donald Trump, pues se esperaba que este lograra una paz global en cuestión de semanas o meses, pero ha sido ignorado y desplazado de las decisiones que Netanyahu ha tomado con respecto a la guerra.

Pese al plan presentado por el presidente estadounidense, donde declaró que la paz llegaría pronto, sus declaraciones resultan contradictorias frente a las de Netanyahu durante la 80.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, en el cual docenas de delegados abandonaron la sala antes de que comenzara a hablar.

Pero este no solo es un conflicto geopolítico, también es económico y de seguir se convertirá en un problema financiero a gran escala.

Hoy por hoy, la destrucción económica de la Franja de Gaza supera los 18,500 millones de dólares que equivale al 97% del PIB combinado de Cisjordania y Gaza en 2022, según un informe del Banco Mundial. A esto hay que sumar más de 60,000 muertos, 75,000 heridos y 1.9 millones de desplazados.

Los daños estructurales por ciudades completamente destruidas ya han afectado a prácticamente todos los sectores de la economía, principalmente las viviendas que representan el 72% de los costos.


Las infraestructuras de servicios públicos, como agua, sanidad, educación, representan el 19%, y los daños en edificios comerciales e industriales, el 9%. Al momento se calcula que la destrucción ha dejado 26 millones de toneladas de escombros, una cantidad que se tardará años en retirar.

Con el 84% de las instalaciones sanitarias dañadas o destruidas, y la falta de electricidad y agua para el funcionamiento de las instalaciones restantes, la población tiene un acceso mínimo a la atención sanitaria, los medicamentos o los tratamientos que salvan vidas.

El sistema de agua y saneamiento está prácticamente colapsado, con menos del 5% de su producción anterior, y la población depende de raciones limitadas de agua para sobrevivir. El sistema educativo se ha colapsado, con el 100% de los niños sin escolarizar.

Este informe del Banco Mundial y Naciones Unidas también refiere que el 92% de las carreteras principales están destruidas o dañadas y la infraestructura de comunicaciones gravemente deteriorada, la entrega de ayuda humanitaria básica a la población se ha hecho muy difícil.

En el primer semestre de 2025, el PIB de Gaza cayó 12% y su economía está paralizada, retrocedido a niveles de 2009 y revirtiendo 15 años de avances.

En materia de desempleo se reportan las tasas más altas para las mujeres (70%) y el empleo entre los palestinos que trabajan en Israel se redujo un 86% en apenas un trimestre después de octubre de 2023,

Por su parte Israel, a mediados de 2025, el ministerio de Finanzas de Israel estimó que el costo de la guerra ya alcanza los 67,000 millones de dólares.

Finalmente, la reconstrucción de la Franja de Gaza y parte de Cisjordania requerirá una inversión de 53,200 millones de dólares durante los próximos diez años, según la más reciente Evaluación de Daños y Necesidades de Naciones Unidas.

Y aunque estas son cifras duras y puras, el daño por este conflicto es incalculable. Es por eso que debemos hablar de Palestina y de la intervención del mundo en ello.

En el caso de México, su papel se mantiene en una retórica basada en comunicados y discursos sin profundización en los hechos. Vamos tarde, pero aún es tiempo de mostrar un posicionamiento potente y claro de nuestro país.

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