Jane Goodall, la primatóloga que revolucionó la ciencia y contagió de esperanza al mundo | Mongabay 
Dedicó su vida a la conservación y fue reconocida como una fuente de esperanza en el contexto de las crisis ambientales que enfrenta el mundo.

Por Ana Cristina Alvarado
Mongabay Latam
En 1960, con poco más que una libreta y binoculares, Jane Goodall se embarcó en un histórico estudio de chimpancés en los bosques de Gombe, Tanzania. La criticaban por nombrar a los animales en lugar de asignarles números. Durante su estancia, hizo un descubrimiento fundamental para el impulso de la conservación: los chimpancés fabrican y usan herramientas. La reconocida científica británica falleció este 1° de octubre, a la edad de 91 años, en California, Estados Unidos.
“Una vez que los chimpancés abrieron la puerta a la idea de que no somos los únicos seres sensibles y conscientes, eso abrió la puerta a la comprensión de todos los demás”, dijo en 2024 en una entrevista con Rhett Butler, fundador de Mongabay.
La conservacionista murió debido a causas naturales mientras estaba en California como parte de una gira de conferencias en Estados Unidos, de acuerdo con el Instituto Jane Goodall. “Los descubrimientos de la doctora Goodall como etóloga revolucionaron la ciencia y ella fue una defensora incansable de la protección y la restauración del mundo natural”, señala el comunicado del instituto que ella fundó en 1977.
En 1991 fundó también el programa Roots & Shoots, enfocado en proveer de recursos para animar y motivar a los jóvenes a tomar acciones en los temas que les importan. El programa está presente en más de 60 países del mundo.
Su impacto como científica, conservacionista y activista local le merecieron varios reconocimientos. En 2002 fue nombrada Mensajera de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Trabajó incansablemente por nuestro planeta y por todos sus habitantes, dejando un legado extraordinario para la humanidad y la naturaleza”, fue parte del mensaje que se publicó en las redes sociales de la ONU.
El 4 de enero de 2025, el entonces presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad, considerado el honor civil más alto de ese país, por sus contribuciones a la ciencia y su defensa incansable del planeta.
Para Butler, el fundador de Mongabay, la muerte de la doctora Goodall fue un impacto. “Hace apenas una semana estaba llena de vida como siempre, radiante con la fuerza silenciosa en la que muchos de nosotros nos inspirábamos”, escribió en Linkedin. Butler resaltó que la científica, quien era su amiga cercana, contagiaba de esperanza en los momentos de mayor oscuridad y con su partida pasa esa tarea a las nuevas generaciones.
En la entrevista que mantuvieron en 2024 por su cumpleaños 90, Goodall relató que, a pesar de su avanzada edad, viajaba 300 días cada año como parte de su trabajo. Allí, la primatóloga le recordó al mundo cómo superar la desesperanza que provoca la crisis ambiental: “Parte de superar esa ansiedad es sentir que tienes agencia para hacer la diferencia en el mundo”.
Goodall, que se unió a la junta asesora de Mongabay en 2014, también dijo en la entrevista antes citada que “Mongabay es verdaderamente una organización asombrosa y todos deberían acudir a ella cuando quieran saber la verdad”.
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